La Economía Circular propicia gestionar los recursos del planeta de modo riguroso y responsable

La Economía Circular propicia gestionar los recursos del planeta de modo riguroso y responsable

Martes, 19 Julio 2016
Entrevista a Mauricio Espaliat Canu por Estrella Nieto.
Ingeniero Superior Agrónomo por la Universidad de Chile. Empresario. Experto en Organización, Dirección y Gestión de Empresas de Servicios. Experto en Gestión Ambiental e Higiénico Sanitaria de edificios e instalaciones diversas. Consejero y Asesor  de Estrategia de las áreas de Sostenibilidad, Higiene Ambiental y Seguridad en ITEL, NORTHWARD GROUP y CPL

Mauricio Espaliat
Empresario 

La Economía Circular propicia gestionar los recursos del planeta de modo riguroso y responsable, con el fin de asegurar su sostenibilidad. Frente a este planteamiento, la Prevención surge como una herramienta de incuestionable valor

E: ¿Cuáles son las características más relevantes del actual contexto social y económico en relación con la Prevención, la Salud y la Higiene Ambiental?

ME: Muchos aspectos de naturaleza personal condicionan las actitudes y el comportamiento de la sociedad civil cuando se habla de prevención. La evolución cultural, el auge de los medios de información y comunicación, y el imparable proceso de consolidación del “estado de bienestar”, configuran un perfil de ciudadano cada vez más exigente en cuanto atañe a “calidad”, en el sentido más amplio de la expresión. Y el término “prevención” adquiere su máximo significado cuando la sociedad reclama, con fundamentada autoridad moral, opciones asociadas a los conceptos de seguridad, salud e higiene ambiental.

Además, esta realidad genera la creciente demanda de recursos y servicios especializados, necesidad reforzada por las especiales características del actual contexto económico, que exige optimizar el retorno de las inversiones en medios y recursos de todo tipo, y proyectar a la vez al máximo la duración del ciclo de vida de los productos. Los recursos productivos son cada vez más costosos y escasos, lo cual conduce a la necesidad de gestionarlos con rigor, y de utilizarlos evitando el despilfarro.

E: ¿Qué factores de riesgo pueden comprometer la Sostenibilidad en el mundo de la era globalizada?

ME: Es necesario modificar las tendencias y características del crecimiento, un requisito fundamental para establecer las condiciones necesarias para vivir en un planeta más equitativo, estable y respetuoso con el medio ambiente. La creciente complejidad, la globalización, la interdependencia de los sistemas económicos y su impacto social refuerzan la idea del desarrollo sostenible como respuesta a este desafío. Por lo tanto, el tradicional esquema productivo lineal extracción-transformación-uso-eliminación, ha de ser sustituido por opciones del tipo reducción-reciclaje-reutilización-recuperación, de acuerdo con los fundamentos de la llamada “economía circular”, a lo cual hay que añadir la necesidad de adoptar nuevos modelos de negocio y distribución basados en la innovación y en los principios de la sostenibilidad.

E: ¿Cómo puede la adopción de la Economía Circular contribuir de modo preventivo a la Sostenibilidad y al aseguramiento de la Calidad Ambiental del planeta?

ME: Alcanzar, y luego mantener, niveles óptimos en materia de seguridad e higiene ambiental, ha de ser el objetivo fundamental de la Prevención. Sobre la base de esta premisa se ha de proyectar cualquier estrategia preventiva basada en los principios de la economía circular. Pero este principio se ha de aplicar de modo integral y en el sentido más amplio del término, es decir, el de la prevención enfocada no solo al individuo en su entorno inmediato de vida y trabajo, sino también al ámbito de la gestión sostenible de todos los recursos del planeta.

La economía circular es un sistema holístico que propugna repensar los ciclos productivos. Trabajar de acuerdo con sus principios permite corregir un sinnúmero de deficiencias durante la fabricación y distribución de productos o la prestación de servicios, optimizando el consumo de recursos, reduciendo la generación de residuos y subproductos desechables, y aportando nuevas fuentes de trabajo y alternativas de producción y ahorro de energía. La economía circular facilita además aplicar el principio de la prevención integral y de la sostenibilidad en materia ambiental, ya que incluye la consideración de parte importante de los aspectos necesarios para garantizar el modelo de desempeño que requiere la era de la globalización.

E: ¿Cuáles son las herramientas que aporta la Economía Circular para asegurar la Sostenibilidad en el terreno de la Prevención y de la Higiene Ambiental?

ME: La economía circular implica la reconfiguración de los modelos de negocio, mediante la adopción de los principios de la “eco innovación” o del “eco diseño”, bases fundamentales del desarrollo sostenible y de la protección ambiental. De este modo, el diseño y los procesos productivos se ajustan a la fabricación de artículos de larga durabilidad y favorecen la sustitución de componentes a lo largo de su ciclo de vida mediante la reparación y el reacondicionamiento, o estimulando la nueva fabricación.

En contraposición al planteamiento lineal antes citado, la economía circular es, conceptualmente, “restauradora” y “regenerativa”, propiciando que productos, componentes y materiales mantengan su valor y su utilidad de modo permanente. El objetivo es procurar que tanto las materias primas como los productos y los recursos se mantengan dentro del ciclo productivo el mayor tiempo posible, prescindiendo del acostumbrado indicador de desarrollo económico basado exclusivamente en la magnitud del consumo de productos acabados.

Además, las acciones basadas en la economía circular se han de desarrollar teniendo en cuenta los cuatro requisitos esenciales que en sí mismos incluyen los principios fundamentales de la prevención: diseñar sin residuos, aumentar la resiliencia por medio de la diversidad, propiciar el uso de energías de fuentes renovables, y pensar en “sistemas” con enfoque “holístico”.

E: ¿Qué aspecto relacionado con Prevención e Higiene Ambiental considera prioritario gestionar aplicando los principios de la Economía Circular?

ME: Una de las áreas en las cuales es posible conseguir resultados significativos en esta materia, siempre que se actúe con celeridad y rigor, es la de gestión de residuos. Se suele afirmar con razón que “un residuo es un recurso situado en un lugar equivocado”, frase que demuestra que algo no está funcionando bien en los procesos productivos y en la prestación de servicios de la era globalizada. A través de la reincorporación a los ciclos productivos de materiales residuales o subproductos que de otro modo serían desperdiciados, o incluso, mediante el desarrollo de nuevos productos, o la producción de energía a partir de materias primas residuales, es posible generar un importante valor añadido en dichos ciclos, a la vez que se favorece la reducción de los costes operativos y se fomenta el empleo. Se ha de reconocer que “el residuo ideal es aquel que no se genera”, y que el reto es replantear de modo responsable los esquemas de producción y los modelos de negocio y distribución tanto dentro de una determinada empresa, como en el ámbito de la colaboración entre empresas e instituciones, orientándolos con responsabilidad hacia la economía sostenible.

E: Últimamente se habla con preocupación de los problemas que afectan a los recursos hídricos del planeta. ¿Es posible en este terreno aplicar también los principios preventivos de la Economía Circular?

ME: Sin lugar a dudas, puesto que el agua es un recurso escaso y frágil. Se ha de tener en cuenta que la superficie del planeta está constituida por un 30% de tierra y un 70% de agua. De este 70%, el 97% corresponde a agua salada, y el 3% a agua dulce. A su vez, el 69% del volumen de agua dulce de la tierra está en estado de hielo en glaciares y casquetes polares, el 30% es agua subterránea, y solo un 1% es agua disponible a nivel superficial.

El uso del agua es también un factor determinante en la configuración del esquema de su distribución y utilización como recurso. La agricultura, actividad básica para la alimentación del hombre, es responsable de alrededor del 70% de las extracciones de agua, y su uso aumenta de modo continuo a medida que crece la población mundial y la consecuente demanda cuantitativa y cualitativa de alimentos. La industria, por su lado, protagoniza más del 20% de la demanda de agua, y es responsable de buena parte de su contaminación y de la producción de aguas residuales que requieren de procesos de depuración. Por último, la producción de energía es también responsable de la extracción de entre un 10% y un 15% del agua superficial disponible, si se tiene en cuenta su consumo tanto en centrales térmicas como nucleares.

Frente a este escenario, es indudable que cualquier estrategia, método o sistema conducente a gestionar con rigor los recursos hídricos constituye una valiosa herramienta no solo correctora, sino también protectora y preventiva en materia de seguridad ambiental, con claras ventajas para la sociedad. Entre otras iniciativas de valor en este terreno, la depuración de aguas residuales, su reutilización en la industria en base a nuevos modelos de producción, el mejoramiento y la racionalización de los sistemas de riego en la agricultura, y la adopción de métodos innovadores de almacenamiento, gestión y distribución del agua, constituyen actuaciones susceptibles de generar resultados con eficacia y rapidez.

E: ¿Y cuáles son las ventajas que pueden aportar las iniciativas basadas en la economía circular a la sociedad y al medio ambiente?

ME: Son numerosas y variadas las ventajas que aporta la adopción de la economía circular. Desde el punto de vista de la calidad ambiental y de la seguridad de las personas, la apropiada gestión de los recursos del planeta, incluidos los residuos considerados como tales, destacan el fomento de la sostenibilidad y de la diversidad, el freno del despilfarro y del deterioro del entorno natural, la reducción de los efectos del cambio climático, la reducción de los riesgos de la contaminación para la salud, y la optimización de la calidad de vida, todos ellos factores con un alto contenido preventivo.

Las ventajas de la economía circular en el ámbito económico son también indiscutibles: generación de empleo y de nuevos negocios, incremento de la productividad y de la competitividad de las empresas, generación de valor añadido, fomento de la innovación y de la mejora continua, optimización del uso de recursos, y ajuste de la sociedad a los requisitos de la globalización mediante el estímulo de la economía colaborativa.

La posibilidad de lograr objetivos favorables a la sociedad mediante la adopción de los principios de la economía circular es real, y no es consecuencia del simple ejercicio de la especulación o de la intencionalidad basada en la utopía. No obstante, para alcanzar el éxito, dichos principios deben ser aplicados con visión estratégica junto con el ejercicio inteligente de la innovación y con la práctica responsable de la prevención y de la responsabilidad social corporativa. En todo caso, las iniciativas a implementar deben ser asumidas de modo transversal y solidario por parte de todos y cada uno de los actores comprometidos con el proceso, es decir, desde el simple ciudadano, hasta los máximos responsables del sector empresarial y del mundo institucional y político.

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