Traffic accidents: HÁBITOS Y ACTITUDES(10): ..desabroché el cinturón.. no llegaba con el diskette..
Traffic accidents: HÁBITOS Y ACTITUDES(10): ..desabroché el cinturón.. no llegaba con el diskette..
EL ACCIDENTE
UN DESPISTE, UN SEGUNDO, UNA VIDA
Llevo toda una vida girando alrededor del mundo de la seguridad vial. Por mi trabajo, he tenido la
oportunidad de relacionarme con personas que acceden a un permiso de conducir, con
examinadores, con formadores viales, pero también con víctimas de siniestros viales o incluso
familiares de éstos...
... Pero siempre hay algo que se clava en tu memoria, al igual que se clavan las púas de un cactus
un día de viento; sutilmente, pero provocándote un dolor y dejando una huella que perdurará en el
tiempo, a lo largo de tu vida.
Hace cinco años murió un ex alumno en mis brazos. Si tuviese que describir en una sola palabra
cómo te sientes en ese momento, me quedaría sin dudarlo con la palabra IMPOTENCIA. No hay
nada que se pueda hacer. Los nervios, el miedo, la duda, la rabia... todo ello sumido en la más
profunda de las impotencias. La impotencia de no poder hacer nada más que acompañar a aquella
persona para que no muera sola, tirada en una carretera.
Todo ocurrió una tarde del mes de abril, hacia las tres y media de la tarde. Nos dirigíamos mis
padres, mi marido y yo a una torre para poder prepararlo todo para el dia de la mona (festividad de
Cataluña donde la gente pasa un dia de campo con los amigos o familiares) Era un dia soleado
donde los primeros rayos de sol empezaban a brotar, después de un invierno duro y frio. En una de
las rectas del trayecto pudimos ver como el vehículo que circulaba en sentido contrario dió un
golpe de volante hacia su derecha, y seguidamente otro hacia la izquierda; movimiento que hizo
que la estabilidad del coche se perdiera y éste empezase a dar vueltas de tonel en dirección a
nosotros. No temimos por nuestra vida, puesto que había bastante distancia entre éste y nuestro
vehículo; pero sabíamos que se trataba de un accidente de consecuencias graves.
Aquel coche negro quedó a 200 metros de la carretera, dentro de un campo de chopos que había a
nuestra derecha.
Detuvimos nuestro vehículo fuera del arcén y nos bajamos las dos personas menos aprensivas; mi
padre y yo. Mientras íbamos corriendo hacia el coche campo a través yo fuí llamando al 112, para
aligerar el protocolo de socorro; dando las indicaciones del lugar, y toda la información que te
solicitan para verificar la llamada.
El vehículo siniestrado había quedado boca arriba, con las ruedas todavía girando, y un sin fín de
cosas derramadas por doquier: botellas de licor, comida, una tableta de chocolate....y unas bambas
de deporte... Diós... pensé... Sé por mi contacto con el mundo sanitario que los accidentes en los
que se pierden los zapatos son accidentes graves... se me encogío el estómago, al mismo tiempo
que me percaté de aquel olor peculiar: el olor de un accidente. Era una mezcla de combustible,
hierros calientes y sangre, un olor que deseo no volver a percibir jamás.
Al llegar a la altura del coche me agaché para poder ver al conductor...no estaba. Ahí empezó
verdaderamente la sensación de impotencia. “Sin cinturón” pensé. Dispuesta a encontrar al
conductor entre la maleza, pero con tantas ganas de hallarlo como miedo de encontrarlo, pude
verlo; a unos 20 metros del vehículo, boca arriba, inconsciente, con la cara desfigurada por cortes,
golpes e hinchazones. “Es curiosa la rapidez con la que reacciona el cuerpo humano; acaba de
ocurrir el accidente y las heridas ya se han hinchado” pensé.
Me arrodillé a su lado y comprobé con incredulidad algo que me costaba asimilar cuando con 16
años me apunté de voluntaria en la Cruz Roja. “Si sale sangre por la boca de color muy vivo y con
burbujitas, se trata de sangre que proviene del pulmón”
Solo quedaba ponerlo en posición de defensa para evitar que se acabara ahogando con su propia
sangre. Y lo volví a mirar, como queriendo reconocerlo, algo me decía que lo conocía.
Me agaché y mientras lo tapaba con una chaqueta que había acercado mi padre empecé a hablarle.
Le decía que se iba a poner bien, que aguantase, que pronto llegaría la ambulancia y todo se
arreglaría, aunque en el fondo con cada una de mis palabras intentaba darme ánimos a mí misma.
No reaccionaba...pero tenía que seguir diciéndoselo, no estaba segura si me estaba oyendo o no,
así que tenía que infundirle ánimos, si es que era eso posible.
Somos gente de campo. Mi madre toda la vida ha matado animales para consumo propio. Pollos,
gallinas, conejos... Yo no había nada que odiase más que tener que aguantarle las patas mientras
los degollaba y perdían toda la sangre. Los espasmos eran indicativos de que la falta de sangre
acercaba la muerte. Aquel chico empezó a tener espasmos. Miré asustada a mi padre, que se
hallaba en frente de mí, arrodillado, aguantando la chaqueta para que no se destapara. Y fué
entonces cuando la mirada de mi padre me dió a entender qué estaba sucediendo. Era el final.
Estaba muriendo desangrado. En ese momento las lágrimas reprimidas solamente por el miedo
empezaron a caer, y me vino a la mente de una forma casi obsesiva su madre. Una madre a la que
ni siquiera conocía, pero una madre al fin y al cabo que debía encontrarse en aquel momento en el
trabajo, o quizá en su casa, tan tranquila, tan feliz, sin ni siquiera poder llegar a imaginarse que en
algún lugar, en ese mismo momento, su hijo se estaba muriendo en mis brazos, tirado en una
carretera.
Cuando el chico quedó inerte empezaron a llegar personas, todas jóvenes, chicos y chicas de la
misma edad del accidentado, y la gran mayoría ex alumnos míos.
La escena se convirtió en un cuadro dantesco. Algunos empezaron a gritar, otros se habían
quedado en estado de shock, otros lloraban, otros se tiraban de los pelos...
Pregunté quién era él y al decirme su nombre recordé a aquel chico aplicado que en tan solo un
mes aprobó la teórica y la práctica, hacía poco más de un año. Todos ellos estaban juntos hacía
escasamente una media hora. Jordi, que así se llamaba el accidentado decidió salir antes que el
resto para ir preparando la tienda de campaña. Esa noche tenían intención de pasar todos la noche
en el campo, para estar allí ya y poder celebrar la mona. Pero Jordi ya no llegaría a la fiesta.
Al día siguiente intenté analizar el motivo que pudo llevar a Jordi a no llevar el cinturón de
seguridad. No podía creer que viniese desde su pueblo, por carretera sin el cinturón, y creí
entender lo que podía haber ocurrido al recordar los golpes de volante incoherentes.
No hubo motivo alguno que le hiciese dar semejante golpe de volante: ningún animal se cruzó en
la calzada, ningún obstáculo imprevisto... y entonces entendí qué pudo suceder.
A Jordi seguramente se le cayó algo. Al intentar agacharse para cogerlo se dió cuenta que no
llegaba a alcanzarlo con el cinturón puesto, y lo desabrochó.
Al agacharse se le fue el vehículo hacia la derecha, y al percatarse de ello se asustó y rectificó la
maniobra demasiado deprisa, haciendo que el punto de gravedad del vehículo saliese de la base y
provocando que perdiese la estabilidad y empezase a rodar.
Jamás pude corroborar mi teoría, ni siquiera demostrarla; pero creo estar segura de que fue como
ocurrió.
Un despiste, un segundo.... Una vida.
Los hábitos y actitudes en la conducción de vehículos no son aspectos intangibles o meramente subjetivos de difícil constatación, sino detectables mediante encuestas que permiten establecer grupos de riesgo homogéneos según las respuestas, para poder hacer más efectivas las sesiones formativas o de sensibilización. Durante 10 semanas estamos analizando los 10 bloques temáticos de mayor repercusión en la inseguridad-seguridad vial con 10 preguntas clave en cada bloque.
LOS BLOQUES :
1.- LOS ACCIDENTES .. SON EVITABLES? 2.- YO Y LOS DEMÁS EN EL TRÁFICO
3.- LAS NORMAS, LAS SEÑALES Y LA POLICÍA 4.- LA VÍA: CONDUCCIÓN Y MANIOBRAS
5.- EL VEHÍCULO QUE CONDUCES Y SUS CONDICIONES. 6.- EL ALCOHOL Y LOS MEDICAMENTOS
7.- LA VELOCIDAD. 8.-EL CANSANCIO Y EL SUEÑO. 9.- LA ATENCIÓN Y LA DISTRACCIÓN
10.- LAS PROTECCIONES
CUESTIONARIO INVESTIGADOR DEL RIESGO DEL BLOQUE
10.- PROTECCIONES
10.1.- Cuando estoy conduciendo llevo siempre abrochado el cinturón de seguridad
a) Siempre
b) No me lo pongo en trayectos muy cortos. Es más peligroso andar abrochando
que el poco rato que circulas.
No me lo abrocho en zona urbana porque a menos de 50 Kms/h no hace falta protección.
No me lo abrocho nunca. Me da claustrofobia.
10.2.- Cuando suben pasajeros en tu vehículo
a) Les digo que se pongan el cinturón.Y me aseguro que se lo abrochan.
b) Les digo que se pongan el cinturón. Con eso cumplo.
b) Dejo que ellos tomen la decisión de ponérselo o no. No es mi problema.
c) No me preocupa.
10.3.- Cuando me siento al volante tengo el hábito de abrocharme el cinturón de seguridad
a) Si. Antes de poner el motor en marcha.
b) Soy despistado. Espero que suene el avisador automático.
c) Me lo abrocho cuando ya está el vehículo en movimiento.
d) Me lo acostumbro a abrochar en la primera detención de mi trayecto.
10.4.- Cuando voy sentado en los asientos traseros de un turismo
a) Me funciona el mismo automatismo de cuando voy delante y me abrocho
el cinturón de seguridad al sentarme.
Me lo abrocho si soy el único que no lo lleva abrochado.
Me lo abrocho si me lo exige el conductor.
No me lo abrocho porque detrás no hay volante que se te clave en frenadas.
10.5.- En la conducción de vehículos pesados
a) Es igual de necesario el uso del cinturón que en los turismos.
b) Los efectos y daños en caso de frenada o accidente son menores porque la
mayor masa metálica del camión o autocar te protege.
c) Procuro no abrochármelo porque en la cabina necesitas moverte mucho
sin dificultades ni impedimentos. Por eso hay camiones que no lo llevan
instalado.
d)El cinturón no hace falta en los vehículos pesados.
10.6.- Si estoy protegido con el cinturón de seguridad abrochado
a) Me siento más identificado con el vehículo. Como el centauro.
b) Me aguanto aunque me siento incómodo.
c) Me siento un cuerpo extraño en la cabina. El conductor como piloto debe
de tener autonomía de movimientos.
d)Me siento más seguro y corro más.
10.7.- Cuando hago repartos de corto recorrido utilizo motocicleta, ciclomotor o bicicleta y entonces
a) Me pongo casco siempre. Estoy convencido de su eficacia.
b) Me pongo el casco por obligación.
c) Me pongo el casco en el codo o incluso en la cabeza sin abrochar porque el
casco me limita la vista y el oído.
c) No me pongo el casco. Son vías no vigiladas.
10.8.- Cuando llevamos en vehículo a los pequeños de la familia
a) Les siento en sillita de seguridad que les corresponda según su peso y talla.
b) Los pongo en sillita cuando son muy pequeños pero en la medida que van
creciendo ya los voy sentando en los asientos normales.
c) La sillita es un trasto muy incómodo en el coche. En los trayectos cortos es
mucho más práctico llevarlos sin.
d)Los pequeños no estarán nunca mejor en ningún lado que en los brazos de sus familiares.
10.9.- Si conduzco un vehículo que tiene incorporados los últimos avances tecnológicos en seguridad activa y pasiva me siento más seguro.
a)Totalmente de acuerdo
b)Creo que estoy de acuerdo pero son mecanismos tan sofisticados que no
los entiendo.
c)Me temo que no se nada de todo esto.
d) Todo esto son artilugios que sirven para encarecer el precio del vehículo
10.10.- Si el vehículo que conduces lleva air-bags protectores
a) Prefiero que estén instalados porque así estás protegido ante cualquier
eventualidad o accidente.
b) No los veo. Espero que sean útiles si algún día pasa algo.
c) No hacen falta. Lo bueno es el cinturón de seguridad y es suficiente.
d) A mi nunca me va a pasar nada.
SISTEMA DE EVALUACIÓN
Se establece una fórmula de calificación que corresponde numéricamente a
Las respuestas a son 1 punto
Las respuestas b son 2 puntos
Las respuestas c son 3 puntos
Las respuestas d son 4 puntos
EVALUACIÓN INDIVIDUAL
Una encuesta de 100 preguntas de un conductor o trabajador en riesgo laboral vial corresponde a una evaluación de
100 puntos…………. Persona muy responsable y segura
200 puntos…………. Persona generalmente prevenida pero con hábitos susceptibles de
mejora
300 puntos…………. Persona que requiere una acción preventiva cautelar por sus actitudes
de despreocupación, egocentrismo y exceso de confianza.
400 puntos…………. Revisión psicológica imprescindible.
En una encuesta de 10 preguntas la puntuación es equivalente dividiendo los valores por 10.
Es evidente que la evaluación obtendrá puntuaciones intermedias que deberán analizarse en un contexto más amplio pero que son muy importantes cuando se establezca el sistema BBS y se pasen los antecedentes al supervisor de seguridad.
EVALUACIÓN COLECTIVA
El mismo procedimiento puede realizarse con grupos de trabajadores en riesgo laboral vial y los promedios de las puntuaciones del grupo, bajo los mismos criterios, pueden dar a entender cuáles deben de ser las acciones preventivas prioritarias a establecer por la empresa.
Un colectivo que presente una nota media de 150 puede no llegar a precisar acciones específicas. Pero a partir de 200 conviene plantearse por los técnicos de prevención analizar la concentración de puntuaciones por cada uno de los 10 aspectos que se contemplan en la encuesta.
EVALUACIÓN POR FACTORES DE RIESGO
La empresa y sus responsables de prevención pueden elegir los aspectos que a su entender pueden ser más influyentes en la producción de riesgos de sus trabajadores y realizar un trabajo de pormenorización de los análisis tanto individual como en grupo de tales aspectos preferentes. Si estos son el alcohol y el cansancio, por ejemplo, puede hacerse una acción específica analizando los resultados de estos dos factores de riesgo.