RIESGO ERÓTICO E INSEGURIDAD VIAL

RIESGO ERÓTICO E INSEGURIDAD VIAL

Más de una cuarta parte de los accidentes de tráfico se producen por distracción. Un estudio noruego llegó a determinar hasta 50 causas de distracción de los conductores accidentados. No aparece entre ellas la atracción sexual por algún motivo interior (hombre-mujer ocupante) o exterior (atracción o distracción sexual con persona de fuera). Hombre que mira a conductora contigua u observa a prostituta. Mujer que mira a policía, bombero o conductor del entorno. Se les pasó por alto a los noruegos. Salvo que su frialdad les tenga congelados.
28 Octubre 2015

Nuestro Bloguer de "Lideres en seguridad vial" José Luis Pedragosa nos facilita este artículo sobre una temática inédita de riesgos viales y lo publicamos por entrar en la filosofía de nuestro Blog.

El centro urbano de una población, y más de una gran ciudad, es un contexto de convivencia en el que pueden ocurrir todo tipo de situaciones complejas que pueden generar inseguridad por colisiones u atropellos. No siempre la tarea investigadora policial o pericial consigue abarcar o demostrar objetivamente todos los posibles aspectos que podrían ser determinantes en la producción de un accidente. La comunidad científica está de acuerdo en que es muy difícil que exista una única causa cuando se analiza el porqué de un accidente. De hecho, esta Blog del CERpIE que titulamos "... lo que hay detrás de un accidente" es una constante demostración de que lo más probable es que detrás de cada accidente haya un conjunto de cirunstancias que finalmente acaban provocando el suceso. Si, es cierto, que puede haber una causa prioritaria desencadenante del siniestro, pero no siempre esta causa trasluce, es objetivable o se declara por parte del conductor accidentado.

Hace bastantes años se produjo un grave atropello múltiple de un turismo que circulaba en onda verde por la calle Aragón de Barcelona y en fase verde, conducido por varón que arrolló a varios peatones que se hallaban sobre la acera detenidos en fase roja en el cruce de la calle de Aragón con el Paseo de Gracia de Barcelona. Una situación normal que no constituía ningún tipo de conflicto generador de riesgo.

El atropello fue dramático por la velocidad del vehículo (no muy elevada pero velocidad de régimen del pelotón de vehículos circulantes en orden por la calle Aragón), pero también por el número de personas atropelladas y por la severidad de las lesiones de las víctimas. Los medios de difusión se hicieron eco al día siguiente del atropello múltiple y de las acciones policiales con el conductor causante quien dijo no saber porque había perdido el control. 

Control de alcoholemia negativo, ningún adelantamiento o cambio de carril extraño, ninguna incidencia con otros vehículos, vehículo en condiciones, con ITV pasada y neumáticos en buen estado, firme seco y limpio, el conductor había dormido 8 horas la noche anterior, edad joven, sin enfermedades conocidas, revisión médica sin incidencias... entonces?.

Un periodista avispado, medio en serio, medio en broma, apuntó en sus comentarios que en la esquina de enfrente al punto del accidente había un sugestivo anuncio de lencería femenina de mínimos que ocupaba toda la fachada del inmueble ofreciéndose la imagen a todo el tráfico que se acercaba por la calle Aragón. 

La instrucción de un accidente es reservada y quienes trabajamos la seguridad vial no llegamos al límite de hacer seguimientos finalistas de los argumentos que se barajaron en el proceso sobre la salida de la vía del turismo y cual fue la "causa de las causas como causa del mal causado".

Los observadores apreciamos eso sí, que el anuncio había desaparecido al día siguiente de que el periodista publicó su ocurrencia, lo que pudo ser programación comercial o pudo ser decisión de alguien. El suceso sin embargo, pasó a la historia de los accidentes de Barcelona como el del anuncio de lencería. 

Quizás por pudor o por estar seguro de las dificultades de hacerlo, no nos hemos atrevido a entrar en el análisis de cuántas situaciones de riesgo pueden producirse en el ejercicio sexual de los sentidos (vista, oido, olfato, gusto y tacto) entre ocupantes de los vehículos o como en el caso del nuestro accidente, pudo haber feeling sexual influyente en la atención de quien conduce un vehículo a motor. Si bien en los artículos del Blog de "Lideres de seguridad vial" de nuestro CERpIE hemos llegado a publicar la frecuencia con que quienes conducen, miran el retrovisor (en zona urbana y en carretera), no he sido capaz de encontrar, ni en Noruega, algún estudio que nos haga reflexionar sobre el número de veces o el tiempo que nos ocupa, el mirar a otra persona con atracción sexual.Y si esto se nos hace difícil, mucho más difícil se nos hace, evaluar el nivel de riesgo que quienes conducen pueden sufrir al tener un mal pensamiento.

Nos consta que el Ayuntamiento de Madrid, en el pliego de claúsulas de un concurso público para adjudicar la instalación de anuncios de vídeos en vía pública (en paneles visibles por los conductores) ha exigido un informe sobre repercusiones en la seguridad vial de imágenes publicitarias en general. Mi recomendación fue que las imágenes solo fueran visibles en puntos con intersección semaforizada y únicamente en la fase roja del semáforo con la garantía que los vehículos están detenidos.... aunque ello podría suponer que mirando las imágenes se ponga verde y estén distraídos con el vídeo, generando dificultades en la fluidez. No será nada fácil encontrar el justo punto medio.

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