Victoria judicial de las víctimas del amianto

Victoria judicial de las víctimas del amianto

El Tribunal Supremo obliga a las firmas que absorbieron a otras a asumir las negligencias previas a la fusión. El Supremo sienta jurisprudencia en una decisión que puede beneficiar a más de 10.000 afectados
23 Junio 2015

Además de sufrir las terribles secuelas del deterioro de su salud, numerosos trabajadores expuestos al efecto nocivo del amianto en su etapa laboral, así como sus familias, se sentían doblemente víctimas por una inconcreción legal que en no pocas ocasiones les despojaba de los recargos a cobrar en sus prestaciones de invalidez o viudedad.

Los operarios de empresas en las que se incumplió la normativa de protección de la salud y que fueron absorbidas por una nueva compañía reclamaban el abono de este incremento en sus prestaciones, pero la compañía matriz lo desestimaba alegando que las infracciones sucedieron antes de la fusión empresarial, por lo que no se sentía responsable. Eso obligaba a los antiguos empleados a emprender una batalla judicial que se saldaba con sentencias dispares. Ahora, el Tribunal Supremo ha dado la razón a un antiguo trabajador de Rocalla, que acabó integrada en Uralita, en una decisión que el alto tribunal ha aprovechado para unificar doctrina y sentar jurisprudencia a favor de los trabajadores.

Una victoria a título póstumo la que ha brindado la lucha de Juan Molina Pérez, fallecido en 1998, y que alcanzará a muchos más. Del avance se beneficiarán exempleados enfermos y viudas de aquellos trabajadores que han perdido la vida a causa del impacto de esta sustancia tóxica.

Y pese a que no hay registros oficiales sobre el censo de víctimas en España, Juan Carlos Paúl, presidente de la Asociación de Víctimas del Amianto (Avida), hace la estimación de que los beneficiarios por esta decisión "superan las 10.000 personas".

La decisión la adoptó de forma unánime el pleno de la Sala de lo Social del Supremo, atendiendo a la necesidad de unificar el criterio y a partir de una sentencia adoptada por el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) sobre una multa impuesta a una empresa portuguesa por infracciones laborales cometidas antes de su absorción por otra compañía. La nueva compañía se negaba a afrontar el pago de la sanción, pero el TJUE resolvió que debía asumirlo. "La sentencia marca un antes y un después en las reclamaciones de las víctimas y de sus familias, y va mucho más allá del entorno de Rocalla y Uralita, ya que se podrá aplicar en la casuística de cualquier sucesión de empresas que hayan incumplido la normativa", expuso Paúl. El dirigente de Avida apuntó también a aspectos intangibles, dado que va a servir para "perder miedo a litigar con los poderosos". Uralita declinó realizar declaraciones sobre el fallo del Tribunal Supremo.

El dictamen también podrá utilizarse como apoyo en los juicios de víctimas ambientales del asbesto o de esposas que lavaban la ropa contaminada de su marido. Un paso más para "tratar de normalizar" una situación, en la que Paúl sitúa a España "a remolque" en Europa, lejos de la experiencia de países como Francia o Bélgica, que tienen fondos de compensación para las víctimas con aportaciones del Estado y las empresas.

Fuente: El Periódico de Aragón

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