Pese a la mejora económica, la ciudadanía no aprecia avances a la hora de compaginar el trabajo y la familia

Pese a la mejora económica, la ciudadanía no aprecia avances a la hora de compaginar el trabajo y la familia

La conciliación imposible
16 Noviembre 2017

Los datos reflejan lo que la ciudadanía percibe, que la conciliación sigue siendo una quimera. Que sí, que hay empresas que se lo han tomado en serio, principalmente las grandes, entre otras cuestiones porque entienden que un trabajador satisfecho es un empleado productivo. Pero, en las de menor tamaño en las que trabajan el grueso de los ciudadanos, la situación no ha mejorado, al menos lo que se pudiera esperar después de la entrada en vigor hace casi veinte años de la ley de conciliación de la vida familiar y laboral y de numerosos debates públicos a favor de facilitar la vida de los trabajadores. Hoy en día, los ciudadanos siguen pensando que sacar tiempo para uno mismo y para atender a la familia es una tarea complicada y agotadora que convierte los días en una carrera contra reloj.

Así lo indica el Barómetro de la conciliación Índice efr de la Fundación Más Familia, estudio que tiene como fin evaluar el estado de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral a través de 90 indicadores sociales y empresariales. El objetivo es extraer un índice global que permita analizar su evolución desde el año 2008 hasta 2016. La conclusión principal del estudio es que la valoración social del estado de la conciliación en España empeora con respecto a niveles anteriores a la crisis, 4,7 puntos respecto de los valores del año 2008, así como la percepción que los trabajadores tienen sobre la conciliación. Sin embargo, el capítulo que hace referencia a la empresa avanza en positivo, especialmente por la mejora de la coyuntura económica y la consolidación de las medidas de conciliación dentro de la cultura de responsabilidad social empresarial.

Pero ¿qué mide el indicador social? Los expertos han tomado diferentes índices que estiman, por ejemplo, la natalidad, la demografía, la salud o la economía. Y en la gran mayoría de ellos, el empeoramiento es más que notorio. Así, por ejemplo, en el capítulo de natalidad se pone de manifiesto que desde el 2008 al 2016, el número de hijos ha descendido del 1,36 al 1,27 y se ha retrasado la edad de la maternidad de los 30,8 a los 32 años. Además, se comprueba que casi la mitad de las familias reconoce tener menos hijos de los deseados, mientras que las ayudas públicas destinadas a las familias en base al porcentaje del PIB han descendido un 10,9 puntos básicos.

Frente a estas cifras, se recuerdan las del envejecimiento de la población: la edad media se ha elevado de los 40,20 años a los 42,92 y el índice de dependencia de los mayores (proporción existente entre la población dependiente y la activa) empeora un 13,3%.

Según el barómetro, se produce un empeoramiento en temas de salud por parte de la población española de un 12,5%, destacando el aumento del riesgo psicosocial de los trabajadores (4,2%) y el consumo de ansiolíticos, opioides y antidepresivos, que “asciende significativamente” un 44,1%, señala el trabajo. Además, los ciudadanos dedican menos tiempo a actividades de ocio y diversión que en el 2008 (17,1%), mientras que en el ranking de felicidad de la ONU, España desciende de posición, de la 34 a la 36.

En cuanto a las empresas, el barómetro revela que el estudio de los indicadores de este año mejoran frente a los del 2008. Estos ­índices hacen referencia, por ejemplo, a la competitividad y ­productividad, y aunque se comprueba una mejoría muy relacionada con el fin de la crisis, sin embargo recoge aspectos negativos, como la disminución del nivel de compromiso de la plantilla o la reducción de la productividad horaria. El barómetro recoge también la importancia que las empresas dan a la responsabilidad social empresarial (RSE), donde la conciliación es un aspecto destacado. El teletrabajo aumenta de manera destacada (el número de empresas que lo ofrecen ha aumentado casi un 50%), aunque no hace lo mismo la flexibilidad horaria, que desciende en el 2016 frente al 2008 en casi un 1%.

Pero estas mejoras en el ámbito empresarial, sin embargo, no son apreciadas ni por los directivos ni los mandos intermedios ni técnicos. Unos datos que se complementan con los extraídos de la segunda oleada del Esade Gender Monitor, cuyo texto completo adjuntamos. un estudio sobre el equilibrio de género en la empresa, para el que se ha consultado a más de 500 directivas en relación con las políticas de igualdad de sus compañías y los principales obstáculos que se han encontrado a lo largo de este año. Sólo el 45% de las directivas confirma que en su empresa existen medidas de conciliación y un 27% que sus compañías favorecen el trabajo flexible. El 16%, de hecho, cree que en su organización se sigue premiando el presentismo laboral. Las consultadas opinan que sus empresas ven, cada vez menos, la conciliación como “un problema” exclusivo de la mujer.

A lo largo de la última década, numerosas son las investigaciones que han puesto de manifiesto que la conciliación es beneficiosa para el trabajador pero, especialmente, para el empleador. Un trabajo realizado por el Iese señala que en las empresas en que se favorece la conciliación los empleados se sienten cuatro veces más comprometidos y la productividad aumenta hasta un 19%. Los empleados con hijos muestran un mayor compromiso. De hecho, cuando la compañía facilita habitualmente la conciliación, su compromiso es total (100%), mientras que en las mismas circunstancias el compromiso de los empleados sin hijos es de un 84%. En los casos en que la empresa no facilita la conciliación, el compromiso de los empleados con y sin hijos baja al 23% y 22%, respectivamente.

Acuerdos en el aire para el 2018

Permiso de paternidad. Ciudadanos acordó con el PP el pasado día 22 de septiembre, en el marco de las negociaciones de los presupuestos generales del Estado para el próximo año (por ahora bloqueados por la negativa del PNV a apoyarlos), ampliar una semana más, hasta sumar cinco, los permisos de paternidad a partir de enero del 2018. Así, por nacimiento de un nuevo hijo, ambos progenitores sumarán en conjunto 21 semanas de permiso. En caso de aprobarse, será el segundo año consecutivo que se amplía esta baja paternal, ya que en enero de 2017 se dobló el periodo de esta –de dos semanas a un mes– también por exigencia de Ciudadanos al PP.

Cheque guardería. También PP y Cs pactaron crear un cheque guardería, que permita reducir el coste del preparvulario para familias con menores entre 0 y 3 años. Se trataría de ayudas dirigidas a las familias con menos recursos para garantizar su acceso a la educación infantil, en colaboración con las comunidades autónomas.

Número de prestaciones. En el primer semestre de 2017, que se corresponde con la ampliación de dos a cuatro semanas del permiso de paternidad, se gestionaron 122.183 prestaciones por paternidad, un 0,05% más que en el mismo periodo del año anterior. Para ello, se destinaron 182,2 millones, una cantidad que ha aumentado un 78,2% respecto a 2016. Con la aprobación de la ley de Igualdad, en vigor desde el 24 de marzo de 2007, se estableció un permiso para el padre independiente del de la madre. Este permiso por paternidad, de cuatro semanas de duración desde el 1 de enero de este año, es compatible con el de maternidad, compartido a opción de la madre. Del conjunto de prestaciones por maternidad gestionadas en el primer semestre, la mayor parte, 132.194, correspondieron a permisos disfrutados por la madre (-3,7%), frente a 2.532 (-11,4%) que fueron solicitados por el padre tras cederle la madre el derecho.

Por comunidades. Las autonomías donde más padres se acogieron al permiso de paternidad fueron Catalu­nya (22.815), Madrid (20.680), Andalucía (19.576) y Valencia (12.428).

Fuente: LA VANGUARDIA

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