Formaldehído

Formaldehído

Hablemos del tema de los aldehídos, en concreto el formaldehído.
28 Marzo 2014

El gas irritante formaldehído, es el aldehído más sencillo que se conoce. Cuando se combina con agua y metanol surge el formol. Este último se usa como un líquido desinfectante/conservante en los centros sanitarios, especialmente en los servicios de anatomía patológica.

Aunque otros profesionales están expuestos (por ejemplo los trabajadores de funerarias/embalsamadores), son los trabajadores de anatomía patológica los que soportan, en general, los niveles más elevados. Además, el formaldehido forma parte de la composición de muchas resinas que se utilizan como colas en la manufactura de las tablas de aglomerado y en las pinturas (especialmente en la industria del automóvil).

Es muy importante que el higienista tenga en cuenta la adecuada ventilación de los locales donde se utiliza, debiendo usarse en ocasiones un equipo de protección respiratoria que incluya filtros específicos para el formol.

Por supuesto, las medidas higiénicas (no comer, beber o fumar donde se manipula o almacena el formaldehído) son fundamentales.

¿Cómo es su metabolismo?

El formaldehído se absorbe fácilmente por vía respiratoria (la absorción por vía cutánea es muy poco eficaz, razón por la que el higienista debe prestar especial atención a la protección respiratoria). Una vez en sangre, el formaldehído se metaboliza con rapidez a ácido fórmico y finalmente a CO2 (dióxido de carbono) y agua.

¿Qué problemas causa el formaldehído?

La ACGIH y el INSHT fijan el valor límite ambiental techo (VLA-EC) en 0.3 ppm (0.37 mg/m3), no pudiendo excederse en ningún momento. A partir de estos niveles comienza la sintomatología clínica (se inicia con una ligera irritación de la conjuntiva ocular -uno de los primeros signos-, garganta, nariz y vías respiratorias); si los niveles alcanzan concentraciones de 3 ppm ya se presenta una severa irritación del tracto respiratorio (bronquitis crónica, asma).

En casos extremos, exposiciones accidentales de 20 ppm, provocan un edema agudo de pulmón. Es también un agente sensibilizante de la piel (lleva la anotación “sen” que indica que, por inhalación o penetración cutánea, puede ocasionar una reacción de hipersensibilidad cutánea).

Con respecto al cáncer, el fomaldehído figura en la guía de los TLV con la anotación “y” (reclasificado recientemente por la International Agency for Research on Cancer del grupo 2A [probable carcinógeno en humanos] a grupo I [carcinógeno confirmado en humanos]). El tipo de cáncer que origina es de pulmón y cavidades nasales; mucho menos clara es la relación entre el formaldehído y la leucemia mieloide.

¿Qué biomarcador empleamos?

Aunque en principio la guía de la ACGIH y del INSHT no contemplan ningún biomarcador, se puede emplear el ácido fórmico en orina. La muestra se debe recoger al principio de turno de la última jornada de la semana laboral y, aunque no existe un consenso total, podemos asumir como valor de referencia un nivel de ácido fórmico menor de 80 mg/g de creatinina.

¿Qué situaciones fuera del campo laboral generan formaldehido?

Es importante tener en cuenta que existen situaciones extralaborales que generan formaldehído; entre ellas podemos citar:

- Existen cosméticos y champús que lo contienen, entre ellos la mayoría de los productos de alisado de cabellos.
Muchos de estos productos se anuncian como "libres de formaldehído", pero en realidad lo contienen.

- Exposición en la vivienda por el tipo de aislamiento.
En los tableros de conglomerado, normalmente el adhesivo o aglomerante que une las chapas de madera se compone de resinas de urea-formaldehído.
En Junio de 1993, el formol obligó a cerrar una exposición en la Casa de la Moneda en Madrid, inaugurada con la presencia del rey Juan Carlos. Muchos de los presentes relataron un fuerte olor y una irritación en los ojos, nariz y garganta. Finalmente, se averiguó que su origen eran las emisiones del formaldehído utilizado en los paneles de la exposición.

Otras causas de elevación de formaldehido son el consumo de fruta -especialmente melocotones y manzanas- ya que contienen metanol y su metabolismo genera formaldehído.

- El humo del tabaco también genera formaldehído.

- Las situaciones de estrés aumentan el formaldehído ya que es un producto del metabolismo de la adrenalina.

- Finalmente, el sistema de los citocromos hepáticos puede generar formaldehido de forma endógena durante la metabolización de muchos medicamentos.

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