¿Estás protegido en tu puesto de trabajo de respirar nanopartículas?

¿Estás protegido en tu puesto de trabajo de respirar nanopartículas?

La inhalación es la vía más frecuente de exposición a las nanopartículas que se propagan por el aire en el lugar de trabajo
1 Agosto 2017

En la actualidad las nanopartículas están presentes en todos los sectores ( agroalimentario, construcción, cosmética, pintura, soldadura, textil, etc), fases y actores del ciclo de vida y con previsión a crecer exponencialmente en el futuro. Más abajo encontrarán varios enlace a artículos donde hablan de diferentes ambientes y situaciones dónde hay nanopartículas.

La inhalación es la vía más frecuente de exposición a las nanopartículas que se propagan por el aire en el lugar de trabajo. 

Las nanopartículas inhaladas pueden depositarse en las vías respiratorias y en los pulmones, dependiendo de su forma y tamaño. Después de la inhalación, pueden atravesar el epitelio pulmonar, introducirse en el torrente sanguíneo y llegar a otros órganos y tejidos. Se han encontrado también algunos nanomateriales inhalados que habían llegado al cerebro a través del nervio olfativo.

La interacción de determinadas nanopartículas con las células humanas puede causar daños graves como el cáncer, trastornos neurodegenerativos, complicaciones cardiovasculares o trastornos autoinmunes, entre otros.

La realización de evaluaciones de riesgos en el lugar de trabajo relativas a los nanomateriales puede, en general, presentar dificultades por las limitaciones actuales: 

1. Conocimiento escaso sobre las propiedades peligrosas de los nanomateriales 

2. No existen valores límites de exposición ocupacional aprobados

3. Limitaciones en los métodos y dispositivos disponibles para identificar los nanomateriales y las fuentes de emisión, así como para medir los niveles de exposición.

4. La falta de información sobre la presencia de nanomateriales, en particular en mezclas o artículos, así como en eslabones posteriores de la cadena más próximos al usuario en los que se usan o se procesan nanomateriales o productos que los contienen.

Aún con estas limitaciones, las empresas están obligadas a evaluar y gestionar los riesgos de los nanomateriales en el trabajo. Si la utilización y la generación de nanomateriales no puede eliminarse ni sustituirse por materiales y procesos menos peligrosos, la exposición de los trabajadores deberá reducirse al mínimo mediante medidas acordes con la jerarquía de control, otorgando prioridad a:

1. Las medidas técnicas de control en origen

2. Las medidas organizativas

3. Los EPI, equipos de protección individual, como último recurso.

Los empleadores, junto con los trabajadores, deberán aplicar un enfoque de precaución respecto a la gestión de riesgos en la elección de medidas preventivas. 

La elección del EPI dependerá del tipo, tamaño y concentración de los nanomateriales en suspensión;  factor protector asignado al EPI (que comprende la eficacia de filtrado y el grado de ajuste a la cara); y  condiciones de trabajo.

En los equipos de protección respiratoria que se utilicen frente a nanomateriales se recomienda, de forma general:

1) El uso de equipos filtrantes de partículas de clase 3, bien filtros P3 (1) acoplados a máscara completa o a media máscara o bien mascarilla autofiltrante FFP3. Asimismo, sería aconsejable el uso de protección ocular y asegurar una buena hermeticidad.

2) Dependiendo del tipo de trabajo, se podría optar por equipos filtrantes de partículas THP3 o TH3 que garanticen una presión positiva en el interior de la pieza facial (sería recomendable un estudio de penetración en los filtros en caudales de aire >115 l/min).

3) En aquellos casos en los que a criterio del técnico de prevención la evaluación de riesgos haya puesto de manifiesto una exposición a elevadas concentraciones de nanomateriales, se puede recomendar el uso de equipos aislantes.

La eficacia de los filtros de los EPI para un nanomaterial específico y en condiciones específicas debe verificarse con el fabricante del EPI. Deben realizarse pruebas del ajuste a la cara de las máscaras de forma regular para todos los usuarios, con objeto de asegurar de que son herméticas a las fugas, y los usuarios deben recibir formación sobre el uso de los EPI.

En el uso de medias máscaras o máscaras completas, la penetración de partículas en los filtros P2 es del 0,2 %, y en los filtros P3, del 0,011 %, de las nanopartículas de cloruro de potasio.  Las pruebas realizadas con diversos tamaños de partículas de grafito mostraron una penetración máxima del 8 %. Esto indica que los filtros P3 ofrecen una mayor protección, pero los resultados no pueden generalizarse a todas las nanopartículas. 

El INSHT recomienda equipos filtrantes FFP3 o P3 mejor con máscara completa. Equipos de presión positiva frente a concentraciones elevadas o ciertos trabajos Y recomienda la realización de pruebas de ajuste.

El fabricante italiano BLS, junto a la Universidad de Bicocca en Milán, ha desarrollado un método de ensayo con el propósito de verificar el grado de protección de sus mascarillas contra nanopartículas. BLS ha estudiado la exposición de sus materiales filtrantes ante una gran diversidad de partículas, basadas en carbón, metales y óxidos metálicos. El estudio se ha realizado con materiales típicamente comunes en formato NANO, tales como: Dióxido de Titanio TiO2, Óxido de Zinc ZnO, Óxido de Cobre CuO y Carbón Negro. Los resultados obtenidos les permiten ofrecer protección combinada contra macropartículas y nanopartículas.

Fuente: Waterfire

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