Diecinueve hábitos de la gente extraordinariamente motivada

Diecinueve hábitos de la gente extraordinariamente motivada

El amor propio, el afán de superación constante, el deseo de desarrollo y crecimiento personal son entre otras muchas, las claves que te permiten ser una persona excelente, según Confucio.
2 Noviembre 2017

Las personas más motivadas, con ilusiones y sueños son las que más rápido y mejor consiguen sus metas, con lo cual están más satisfechos en su vida profesional y personal.

  1. Están motivados internamente. Ese tipo de personas se guían por un deseo intrínseco de sacar lo mejor de uno mismo, que les impulsan a buscar los mejores resultados pero aprendiendo por el camino y arriesgando con nuevas posibilidades.
  1. No pierden tiempo juzgando. Las personas motivadas observan los aciertos de los demás para imitarlos y los errores para no repetirlos, en lugar de limitarse a comentarlos, juzgarlos e incluso compararse. No pierden su tiempo con cotilleos ni personas cotillas.
  1. Son humildes. No tienen problema en admitir que han cometido un error y pedir disculpas por ello, porque son conscientes de que errar es humano y que rectificar es de sabios. Del mismo modo, piden la opinión a los demás para mejorar su trabajo y redirigir el rumbo si es necesario.
  1. Miran con perspectiva. Son capaces de tomar distancia de su trabajo y ver qué es lo que no funciona y que es lo que sí, en lugar de centrarse en las malas experiencias y dedicarse a dramatizar sobre ellas. 
  1. Son auténticos. Parte de su motivación la basan en ser fieles a sí mismos. Son permeables a las opiniones de los demás siempre que sea para mejorar pero no les harán caso si no les convencen y menos aún para complacerles.
  1. Salen de su zona de confort. Nunca eligen el camino fácil para conseguir lo que quieren, sino el más interesante. Eliminan las barreras y los límites que se les presuponen y confían en que sus habilidades les permitirán superar las adversidades. 
  1. Siguen aprendiendo. Leen mucho y son brillantes observadores. Ambas cosas las hacen para seguir siendo más eficientes y aprender nuevas formas de lograr sus objetivos. Entienden que seguir aprendiendo es parte de su trabajo.
  1. Saben lo que quieren. Tienen una visión clara de lo que quieren conseguir en la vida o como mínimo siguen un objetivo a largo plazo. A veces se les tacha de demasiado optimistas, pero creen que todo es posible y esa fuerza les ayuda a conseguirlo. 
  1. Nunca se rinden. Cuando se tropiezan con una piedra, toman medidas para superarlo. Si vuelven a tropezar con la misma, mejoran ese plan. Pero en ningún caso, abandonan y se quedan en el suelo. Ni siquiera entra en su vocabulario.
  1. No culpan a otros. Cuando fracasan, lo aceptan y se postulan a sí mismos como los únicos responsables de sus acciones fallidas, en lugar de buscar culpables y señalar a los demás.
  1. Reservan tiempo sí mismos. Saben que mantener la motivación en el terreno laboral requiere bienestar en el terreno personal. Por eso cuidan sus relaciones familiares y de amistad, hacen ejercicio y llevan una dieta equilibrada.
  1. Se rodean de otros motivadores. Precisamente parte de su fuerza proviene de la voluntad de rodearse de otras personas con una actitud similar, que les den confianza, que les infunden positivismo, y que les ayuden a sacar lo mejor de ellos de manera incondicional.

    13. Reflexionan y determinan sus verdaderos anhelos y aspiraciones.

Existe una gran discrepancia entre perseguir los sueños que nos venden en la publicidad y los sueños que verdaderamente anhelamos en nuestro corazón. Esos sueños únicos y especiales que resuenan con fuerza en nuestro interior, son los únicos capaces de generar una motivación gigantesca. Cuando perseguimos objetivos que se encuentran alineados con lo que verdaderamente es importante para nosotros, accedemos a una fuente de motivación prácticamente inagotable y de una fuerza abrumadora.

14. Utilizan su fisiología de manera poderosa.

Si piensas por ejemplo en una persona desmotivada, y tratas de describirla, a buen seguro encontrarías algunas de estas pistas: hombros abatidos, mirada hacia el suelo, patrón de respiración pobre, movimientos lentos y poco enérgicos, etc…

15. Utilizan un lenguaje positivo e inspirador.

Existe un diálogo interno que mantenemos el cual es fundamental para nuestra vida y  en nuestros niveles de motivación. Si continuamente piensas en negativo con un innumerable  número de mensajes negativos, estás sembrando  la apatía. Pero si por el contario usas  un lenguaje positivo, poderoso e inspirador para comunicarte contigo mismo, estás multiplicando tus niveles de motivación. La  selección de las palabras, afirmaciones y preguntas que utilizas en ese diálogo interno son la llave para acceder a estados emocionales de plenitud.

Empieza a elegir palabras positivas y poderosas. Una frase tan simple como “yo puedo”, repetida una y otra vez en tu mente tiene un efecto motivador instantáneo. Unas simples preguntas como “¿A quién quiero? ¿Quién me quiere? ¿Qué es lo que más deseo conseguir en mi vida?”… te van a situar de inmediato gracias a las respuestas que tu cerebro dará a esas preguntas en un estado emocional de inspiración y plenitud.

16. Crean visualizaciones atractivas de sus sueños.

Tu carburante  son los sueños. Tus sueños son los que van a hacer que saltes de la cama cada mañana deseando comenzar el día, te mantengas activo a tope durante la jornada, y te acuestes después de haberlo dado todo. Y como la mente humana no diferencia una experiencia real de algo imaginado vívidamente, puedes aprovechar el increíble poder motivador que tiene el simple hecho de recrearte disfrutando una visualización de tus sueños como si ya fuesen una realidad en tu vida. Visualízalos por unos minutos como si ya fuesen reales, ello te dará motivación y te conducirá hasta ellos.

17. Se mueven por crear impacto positivo.

Es el impacto positivo generado al conseguir nuestros logros es  lo que nos llena de orgullo y satisfacción .Lo que realmente en el fondo te motiva de verdad es ese impacto positivo que finalmente obtendrás a cambio de tu esfuerzo.

18. Utilizan la gratificación retardada como estímulo.

 Los mediocres suelen querer siempre una gratificación inmediata. Quieren tener un premio por minúsculo que haya sido su esfuerzo. Y esa es siempre una receta infalible para terminar no cosechando resultados de importancia.
Pensar en ese gran premio final, y ser capaz de avanzar el tiempo que sea necesario hasta lograrlo, es un elemento motivaciones presente en muchos grandes realizadores.

19. Mantienen rutinas de éxito cada día.

 Has de ser capaz de crear una rutina que te sitúe en tu mejor estado emocional. Y has de hacerlo todos los días al comienzo de la jornada. Tienes que convertirte en un detective que detecte algunos del mecanismo que te sitúan en esa mejor versión de ti mismo, como: dar gracias al levantarte, a continuación pensar en tus sueños, escuchar tu música favorita y disfrutar de un rato en compañía de tu familia. Sea lo que sea, ha de ser una secuencia de elementos que te sitúe irremediablemente en un gran estado emocional. Y eso marcará una tremenda diferencia en cómo se desarrollen cada una de tus jornadas.

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