EL GPS: Punta del iceberg de los riesgos de las innovaciones tecnológicas.

EL GPS: Punta del iceberg de los riesgos de las innovaciones tecnológicas.

Con la misma normalidad y exhaustividad que los teléfonos móviles han entrado en el interior de los vehículos, el GPS se erige como un riesgo aun mayor para la seguridad porque ya viene siendo instalado en el tablier de los vehículos y se ofrece con descaro al conductor.
30 Marzo 2016

En un escenario de autopista de acceso a una gran población por el que circulaba, pude oir un golpe metálico, el clásico de una colisión por alcance entre dos turismos. Cuando crucé por el lado de los dos gesticulantes protagonistas del accidente, pude ver que ambos llevaban el móvil en la mano. Es previsible que, como intuyen las autoridades de tráfico en sus insistentes campañas, un gran porcentaje de accidentes se llegan a producir por la incorporación de nuevas tecnologías al alcance de los conductores. Innovaciones que utilizadas en plena conducción incrementan de manera muy significativa la distracción y la desatención.

Si. La inexorable evolución de las técnicas de producción de vehículos,, construcción de infraestructuras viales, comunicación virtual, organización logística y gestión de la movilidad, es un hecho que condicionará de manera muy importante la fluidez y la seguridad vial. Este proceso se dará, a pesar de las inercias históricas que envuelven el mundo del tráfico, la movilidad de vehículos a motor, el transporte de mercancías, el desplazamiento de personas y la seguridad vial, que constituyen el gran paquete de reglamentos de carreteras, de vehículos, de transporte y de circulación.

Los vehículos a motor , de los cuales tiene tanta dependencia la industria del petróleo, caminan lentamente pero de manera irreversible hacia los motores eléctricos. Las fuentes de energía renovable y el hidrógeno abren unas posibilidades muy diferentes en la provisión de la misma energía, del consumo y de los costes. Las cadenas productivas de automóviles concebidas para motores de explosión y de combustión no tardarán en entrar en decadencia, y de otro lado los materiales de de las carrocerías de camiones, turismos y motocicletas evolucionarán para buscar la fórmula mágica del peso/potencia preciso para la máxima protección y el mínimo consumo, para lo que no serán ajenas las competiciones de Fórmula 1 y MotoGP así como las pruebas de crash-test con simulaciones de dummies.

Las carreteras y autopistas deberán encontrar en punto medio entre la eficiencia y la moderación, el ritmo y la convivencia, las posibilidades físicas y las imposibilidades relacionadas con las limitaciones de los conductores. Los vehículos eléctricos podrán recibir órdenes de campos magnéticos exteriores para no rebasar los límites máximos de velocidad, los radares de control darán paso a otros sistemas genéricos de detección y sanción inmediata de los infractores. Los tacógrafos y las cajas negras de todos los vehículos serán los policías permanentes en conexión con  centrales de inspección y control de horarios, cargas y velocidades. I todo esto cuando Google y algunas marcas de automóviles ya experimentan con vehículos sin conductor.

En la zona urbana mandarán las nuevas tendencias urbanísticas relacionadas con los smarts cities o ciudades inteligentes y las necesidades de movilidad de las personas huirán del vehículo particular y pasarán a disponer de conexión con empresas de transporte de personas(taxis o buses) que ofrecerán servicios particularizados vía app. Los proyectos Ub de interconexión entre usuarios permitirán desarrollar con eficacia los sistemas de car-pooling o vam-pooling (coche o caravana compartidos) que tendrán especial relevancia en los trayectos in itinere. Los centros de control de tráfico de ensanches urbanos y accesos metropolitanos podrán generar ondas verdes semafóricas para paquetes de vehículos mayoritarios que serán aforados, no tanto con contajes individuales sino por la detección y localización de los teléfonos móviles que lleven los usuarios de los automóviles circulantes.

En los polígonos industriales de acuerdo con los Ayuntamientos y las empresas de transporte, encontrarán los mejores sistemas de acercamiento a los centros de trabajo a las personas de las plantas o visitantes, hecho que, además, tendrá sus operativas con buses lanzadera que conectarán con los parc and rides (aparcamientos de enlace) cerca de las estaciones centrales.

La visión “Cero muertos” como eje de la seguridad vial europea al 2050 exigirá ser mucho más selectivos en los hábitos, aptitudes y actitudes de los conductores, con exámenes en cada perído de revisión del permiso y la puesta en práctica de revocaciones a aquellos insolidarios radicales o repetidores en el permiso por puntos que no tienen cabida en un tráfico moderado y seguro.

Una vez producidos los accidentes, los sistemas de reconstrucción, con la incorporación de los datos electrónicos del minuto anterior a la colisión o la grabación de imágenes permanentes de los recorridos, se añadirán a las imágenes exteriores que pueden aportar los vídeos de los establecimientos como los bancos con medidas de seguridad. Todos estos datos serán compatibles con los programas de reconstrucción en tres dimensiones con cámara variable, ya en el mercado, pero cada vez más sencillos de manipular y más fiables en los resultados.

Si. En cinco años todo esto estará en la calle, y probablemente, las innovaciones vayan creándose más deprisa que la evaluación de los riesgos que generan. La seguridad vial debería temblar si las aplicaciones puestas en práctica no se evalúan desde la vertiente de los riesgos que pueden derivar.

Los móviles y el GPS son el entremés de un menú de riesgos inherentes al requerimiento de la atención del conductor.  

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