EQUIPO Y DIÁLOGO, EFICACES ELEMENTOS DE GESTIÓN.-

EQUIPO Y DIÁLOGO, EFICACES ELEMENTOS DE GESTIÓN.-

Lejos están los días de gerente autoritario, “patrón de fundo”, que reclama el poder absoluto en las operaciones productivas y de gestión. Cada día adquiere más importancia demostrada, la capacidad de los niveles gerenciales de insertarse en el contexto social
3 Julio 2015

 1.- Equipo.

         En relación con el trabajo en equipo, podemos  decir que este es un concepto muy confuso para algunos y que a nivel gerencial se hace hasta doloroso en ocasiones. Claro, los gerentes, en general,  son susceptibles a no confiar en los demás, y tienden a monopolizar la Gestión sin delegar funciones que por su naturaleza son delegables.

En este sentido, debemos hacer hincapié en el hecho que nunca el concepto de “trabajo en equipo”, ha pretendido anular la individualidad, como alguno lo entiende, al contrario, la naturaleza del trabajo en equipo resalta  las características personales y reafirma las fortalezas de cada individuo participante del trabajo mancomunado. Resulta obvio, pero, no claramente comprensible, los equipos se forman con individualidades y la idea es que la meta, el fin u objetivo sea común para todos, el mismo que todos anhelan.

        Lo anterior no obsta a que cada participante tenga  tareas especiales conforme a sus capacidades, conocimientos, destrezas. Tampoco, que el Líder, jefe o administrador, deba valorar el rendimiento y sea el coordinador del trabajo conjunto. El equipo marcha en la medida que todos los participantes se encuentren concientizados de los fines y propósitos comunes. Ello, demuestra, la calidad de líder cuando el ligamiento entre el trabajo individual y el resultado común es exitoso.

2.- Diálogo.

        La historia nos demuestra que el diálogo, en la actividad de una empresa, es parte importante de la forma o modo de dirigirlas y gerenciarlas.

        Lejos están los días de gerente autoritario, “patrón de fundo”, que reclama el poder absoluto en las operaciones productivas y  de gestión.  Cada día adquiere más importancia demostrada, la capacidad de los niveles gerenciales de insertarse en el contexto social, del entorno y de las interdependencias entre los distintos roles que intervienen en la administración y operación propias de la entidad y, entre esos y su entorno. Hay dos vertientes: Un desarrollo comunicacional externo y, un diálogo interno.

Desde los comienzos del conocimiento empresarial, es decir, desde  los primeros pensadores sobre administración de empresas, (Smith, Taylor, David Ricardo, etc.) les preocupaba principalmente el reclutamiento de la fuerza de trabajo, su formación y su organización. La empresa marchaba al ritmo de la máquina de vapor y las personas debían ser organizadas para trabajar de forma coordinada y eficiente. Fueron los primeros indicios de la importancia de varios elementos propios de la administración de empresas como el liderazgo, el trabajo en equipo, el mantenimiento del diálogo interno y la comunicación, que da origen a las relaciones públicas de toda entidad. Con ello también comienza el conocimiento de las bondades de la planificación y el desarrollo de  metas controladas, estableciendo asignación de recursos y su control en cada acción estudiada y decidida.

En estos tiempos debemos entender que el desarrollo de la ciencia y la técnica han incorporado herramientas de gran importancia para el desarrollo de la empresa. Sin embargo, hay que señalar enfáticamente, que al mismo tiempo hay un estado permanente de crisis derivada de  las más variadas condiciones: crisis global; exceso de competencia; nuevos inversionistas en el rubro, etc.

En esta situación, el diálogo y la comunicación se convierten en palancas de estabilidad y desarrollo, al ser bien utilizadas.

Este método de Gestión, impone la necesidad de diálogo interno efectivo y una comunicación  madura y enérgica hacia el exterior. Ambas manifestaciones de solidez.

Un caso de falta de precisión en el diálogo o, lo que es lo mismo, no saber ordena: El Ingeniero eléctrico jefe le dice, por radio,  al Ingeniero eléctrico B: “manda a Juanito a que suba a la plataforma y se prepare a hacer andar el generador, mientras trato de hacerlo andar desde la caseta”.

El generador tenía un dado hexagonal con uno de sus lados perforado para soportar una barreta de acero. El dado se colocaba en el eje hexagonal. Pues, ocurrió, que dada la orden por el Ingeniero A, al B y este al técnico, para que se preparara a hacer andar manualmente el generador,  procedió a realizar la acción en su totalidad, quedando con la barreta en la mano y la punta puesta en el agujero del dado. En esas circunstancias, el Ingeniero A, logra hacer andar el generador a 4000 revoluciones por minuto y con una fuerza tal que partió la plataforma metálica y mató horrorosamente a Juanito (hecho real,  Concepción). Origen o causa: no saber dialogar, no saber dar una orden, no saber comunicar.

 Ejemplo.

        Se necesita con urgencia al soldador especializado para un trabajo de un cliente importante. El mejor trabajador no se encuentra, pues,  tiene permiso por unos días. El supervisor, desesperadamente solicita lo llamen y se le ruega  venga a realizar la tarea, a lo que el trabajador accede.

        Ya en la faena, se le entrega careta, guantes, casco de soldador. Al cabo de unos minutos y encontrándose el trabajador próximo a terminar su trabajo, decide, frente a sus superiores, supervisor y jefe de faena, quitarse la careta y el caso, pues, por el calor reinante se empaña el vidrio de este elemento de protección.  Continúa trabajando en esas condiciones, pero,  luego de un instante un pedazo de fierro fundido salta directamente contra uno de sus ojos.

        ¿Con qué nos encontramos en este hecho?

        Pues, ineptitud clara de los jefes del trabajador presentes en la faena, quienes, permitieron que se sacara los elementos de protección personal sin decirle nada. Aceptando la irregularidad y por cierto, haciéndose cargo de sus consecuencias.

        Hubo un silencio culpable al no reaccionar  preventivamente frente a la negligencia del trabajador. Falta  de voz de mando, miedo a decir o a mandar. Ciertamente ausencia de liderazgo real y efectivo. 

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